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¡Una aventura en la costa caribe de Costa Rica!

Foto del escritor: Erick Bolaños (CR)Erick Bolaños (CR)

Actualizado: hace 2 días


Llegamos al muelle de Goshen en Matina, donde nos encontramos con Hayi quién dirigía nuestro bote. Al subirnos el nos brindó todas las instrucciones para disfrutar de nuestro viaje de una forma segura y placentera, nos colocamos nuestros chalecos salvavidas y alistamos nuestras cámaras, expectantes de un tour por los canales que iba a ser único.



"Agarrense los sombreros" dijo Hayi. Una vez que tomas el bote inicia una experiencia inolvidable a través de un laberinto de canales naturales que crean un ecosistema único.

Mientras avanzábamos podíamos avistar múltiples especies de aves. Entre mis favoritas estaban el Martin pescador amazonico (Chloroceryle amazona) y el asombroso pato aguja (Anhinga anhinga) brindando todo un espectáculo de caza.


Luego de unos 25 minutos el bote se detuvo y era momento de desembarcar. De pronto se abre la selva y observas el lodge principal y un rótulo que dice "Bienvenidos" . Lo primero que encontrás son múltiples sonrisas genuinas de personas que te hacen sentir como que estás en casa. Tras una breve charla de introducción, Claudio el biólogo de la reserva nos dió todas las recomendaciones y reglas a seguir durante nuestra estadía en la Reserva.


En el almuerzo comimos una deliciosa comida caribeña preparada por las cocineras, las cuáles con su amabilidad y pasión cocinan, cosas deliciosas y teniendo el cuidado de las diferentes restricciones alimenticias que los turistas tienen. Además esa deliciosa "salsa caribeña picante" que preparan te hace despertar todos tus sentidos y le agrega a tu plato tu sabor de otro mundo.


Luego de descansar durante la tarde en una hamaca, sintiendo la brisa del mar caribeño, llegó el momento de prepararse para una caminata nocturna, la cuál generaba mucha expectativa por ir a encontrar especies nocturnas interesantes.


Un gecko durmiendo sobre una rama.
Un gecko durmiendo sobre una rama.

Encendimos nuestras linternas en el sendero, guiados por la asistente de investigación Lola Crassard, biológa Francesa, encargada de los programas de monitoreo de vida silvestre. Logramos ver anfibios, reptiles, arañas e insectos fascinantes. En ese momento te das cuenta de la abundancia que hay en la Reserva Pacuare la cuál protege más de 688 hectáreas de las cuáles 98% es humedal. Luego de una hora era momento de regresar, listos para descansar y prepararnos para un día más de aventura.


Eran las 6:00 a.m. y el sonido de las aves me despertó. El mar Caribe mostraba sus tenues colores al amanecer, donde un grupo de estudiantes de Ecology Project International, veían junto a sus tutores el amanecer desde la costa.




Luego de ver el amanecer, Daysi la encargada de la cocina nos recibió con un delicioso café y un gallo pinto recién hecho. Volvimos a cargar energías para un día más de aventura donde, teníamos como objetivo ir instalar unas nuevas cámaras trampa junto a Lola


"Soan el jaguar estuvo aquí, huele a su orina" Dijo Lola

Justo en la intersección de dos caminos, Lola encontró indicios de la reciente presencia de un Jaguar macho posiblemente era Soan, el cuál vive en la reserva desde hace varios años. Y frecuenta este punto, por lo cuál ella decidió que era un lugar perfecto para colocar una cámara trampa.



Lola colocando una cámara trampa para el Programa de Monitoreo de Felinos y Presas.
Lola colocando una cámara trampa para el Programa de Monitoreo de Felinos y Presas.

Y así es como termina una gran aventura, la cuál describiría como una experiencia inmersiva entre naturaleza, científicos y personas locales. Estoy sumamente agradecido por todo el trato que recibí y todo el conocimiento que aprendí.


La Reserva Pacuare te espera¿cuánto estas dispuesto a esperar para ir a vivir esa experiencia?


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