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Celebrando 35 años de conservación y educación en Reserva Pacuare

“Recuerdo que me sorprendió nuestra llegada en bote a la Reserva y ver las garzas y los monos a lo largo del camino; fue mágico”, comenta Catherine Palmer, quien visitó la Reserva Pacuare con su familia en marzo de 2011, un lugar que fue transformado por el esfuerzo de su tío John Denham, el fundador de este sitio de conservación.


“Estábamos asombrados de lo que John había hecho en los años anteriores, desde que compró un tramo árido de costa y lo convirtió en un refugio seguro para las tortugas que anidan en él”, comenta Catherine.

Su visita no solo fortaleció su conexión personal con el lugar, sino que también inspiró su involucramiento en actividades de recaudación de fondos para la reserva.

"Organizamos una noche de preguntas y respuestas para recaudar fondos en Londres para unas 60 personas que aprendieron sobre la reserva y las tortugas baulas."

El testimonio de Catherine es solo uno de los miles que reflejan el impacto que la Reserva Pacuare ha tenido a lo largo de 35 años de dedicación a la conservación.






Historia y logros de la Reserva Pacuare


En septiembre de 1989, la Reserva Pacuare inició su viaje hacia la conservación cuando el inglés John Denham fundó la organización sin fines de lucro “The Endangered Wildlife Trust” (EWT) para adquirir 688,6 hectáreas de tierra en la costa Caribe de Costa Rica. Esta área, entonces dividida en seis propiedades y mayormente utilizada para la ganadería y el cultivo de cocos, enfrentaba graves problemas de saqueo de huevos de tortugas y una alta presión humana.


"Era muy conmovedor ver una tortuga subiendo lentamente la playa, excavando su nido y poniendo sus huevos, solo para que todo este mágico momento se rompiera al ver a los saqueadores listos para llevárselos”, contó John Denham en una entrevista en National Geographic tras ser nombrado junto a su esposa Hilda como “Viajeros Sostenibles del Año” en 2013.


“Y entonces encontré por casualidad, pura casualidad, esta maravillosa zona de bosque. Bueno, había sido bosque, en ese momento era un desastre, pero con seis kilómetros de la playa de tortugas baula de primera. Así que lo compré y me pareció lo más lógico. Y así es como empezó”, contó el fundador.



La playa de 6 kilómetros de la Reserva pronto demostró ser un punto crucial para la anidación de la tortuga baula (Dermochelys coriacea), así como de la tortuga verde (Chelonia mydas) y la tortuga carey (Eretmochelys imbricata). Desde 1991, se comenzó a recopilar datos sobre las tortugas, y a partir de 1994, se contó con la asesoría de expertos en el manejo de poblaciones de baulas.


“En 1995, creo que realmente giramos las tornas. Y nos pusimos manos a la obra. Y después de eso, los saqueadores se dieron a la fuga”, agregó Denham.


En el año 2000, la Reserva incorporó al equipo una bióloga especializada en tortugas marinas, reforzando así su programa de conservación. A partir de 2004, la reserva se estableció como una estación biológica con un enfoque integral en la investigación y conservación. Actualmente, la reserva cuenta con cuatro programas de monitoreo clave:


  • Programa de Conservación e Investigación de Tortugas Marinas: este programa se centra en la protección y el estudio de las tortugas marinas que anidan en la playa de la reserva, especialmente la tortuga baula.

  • Programa de Monitoreo de Felinos y Presas: este programa se centra en el estudio de felinos como el jaguar y sus presas mediante cámaras trampa, contribuyendo a la comprensión de la dinámica de estas importantes poblaciones de depredadores.

  • Programa de Etología Poblacional de Monos: este programa investiga el comportamiento y la ecología de las poblaciones de monos en la reserva.

  • Programa de Monitoreo de la Colonia Anidadora de Garza Agami: este programa monitorea una de las colonias anidadoras más importantes de la garza agami en América Latina, el único sitio de anidación conocido entre el sur de México y el norte de Colombia.


Las 4 especies que monitoreamos: tortugas marinas, garza agami, monos y felinos. Fotos de: Batsú Estudio, Juan José Pucci, Isabel Troyo y Erin Schmidt.


En los últimos 35 años, la Reserva ha conseguido reducir la recolecta ilegal de huevos de tortuga de un alarmante 98% en 1989 a un 0% en 2023. Además, se han marcado más de 23.000 tortugas, se han salvado más de 1,8 millones de huevos y se han liberado al mar más de 750.000 crías. La Reserva recibe una media anual de 548 nidos de tortuga baula, lo que la convierte en la quinta playa más importante del mundo para la anidación de esta especie.


Para Hayi Valverde, Coordinador de Playa de la Reserva Pacuare (quien coordina el trabajo de monitoreo de tortugas marinas): “El impacto ha sido muy positivo. La conservación de las tortugas ha avanzado, somos más profesionales en la toma de datos y hemos mejorado el éxito en la eclosión de los nidos.”


“Era una playa en la que había más saqueo. Había más hueveros, era más difícil. Hoy en día el saqueo prácticamente se ha reducido mucho, el año pasado fue de un cero por ciento. Entonces, era un reto andar en la playa con personas que andaban saqueando los huevos, hoy en día la playa es súper tranquila, por todos los esfuerzos que ha hecho la reserva por muchos años”, comenta Valverde, quien tiene 19 años trabajando en la Reserva.

Hayi Valverde, Coordinador de Playa de la Reserva de Pacuare, lleva 19 años trabajando aquí.


Por su parte, para Eylen Zúñiga, la Gerente de la Reserva, este es “un proyecto maduro”.

“Sobrevivimos la pandemia, en donde lamentablemente muchos otros proyectos no pudieron pasar este momento difícil y más bien en pandemia pudimos mantener el monitoreo, en el que destacó la labor del staff, que se apuntó a seguir tomando datos, a seguir monitoreando, a seguir vigilando para no dejar caer el monitoreo, la investigación y la protección del lugar”, explica Zúñiga.

Reserva Pacuare y Ecology Project International (EPI): una sinergia para la conservación y la educación ambiental


La historia de la Reserva Pacuare está profundamente entrelazada con la de Ecology Project International (EPI). En el año 2000 EPI, una ONG dedicada a la educación ambiental, llevó a la Reserva a su primer grupo de estudiantes de secundaria, marcando el inicio de una colaboración que ha perdurado.


Según Miguel Fuentes, Director Ejecutivo de EPI, “La historia de EPI comienza con Pacuare. La Reserva ha sido nuestro socio principal de conservación e investigación en Costa Rica .”

Un grupo de estudiantes visitantes de EPI en un censo de tortugas marinas.

Para Eylen, “la misión de EPI es, a través de las ciencias, inspirar a jóvenes para tomar un papel activo en procesos de conservación. EPI cumple 25 años el próximo año, así que Reserva Pacuare fue nuestra primera aula de aprendizaje de estos jóvenes. Fue el primer lugar donde vinieron para trabajar junto con asistentes de investigación e investigadores en la playa, viendo las tortugas anidar. Así que Reserva Pacuare es el sitio donde la magia ocurre, donde estos chicos se inspiran, aprenden de procesos de conservación, o por qué estas especies son importantes en el ecosistema”.

En 2016, John Denham confió la administración de la Reserva a EPI, consolidando una alianza que ha ampliado la misión de EPI y acercado más a la comunidad local a la Reserva. Esta colaboración no solo ha permitido una buena gestión del área, sino también un mayor involucramiento de productores y proveedores locales, fortaleciendo así el tejido comunitario en torno a la conservación.


“La Reserva ha contribuido muchísimo a ampliar la misión de EPI. Inicialmente era una organización de educación para conservación y promoción de educación científica en jóvenes, ahora también es una organización que hace conservación directa. Realmente ha venido a ampliar la misión de EPI, ha venido a ampliar el corazón y el trabajo de EPI”, comenta Miguel Fuentes.


“Nos sentimos muy honrados y muy agradecidos con la familia Denham”, añade Eylen Zúñiga. “Sabíamos que era una responsabilidad muy grande, porque con esta transición para EPI significaba ponerse nuevos sombreros. Uno, el de la conservación, que ahora lo íbamos a hacer de forma directa en un lugar donde hay un corredor biológico importante para el movimiento de especies como el jaguar, como el puma.
Tenemos una laguna de anidación para la garza más hermosa, considerada la más hermosa del mundo, que era una gran responsabilidad. Además, una playa de anidación, de cómo mantenerla limpia, segura, vigilada, para que las tortugas puedan venir y anidar y cumplir su proceso de reproducción. Así que fue un honor, pero una gran responsabilidad”

Significado personal de la Reserva Pacuare


Ana Beatriz Hernández, quien visitó por primera vez la Reserva en 2003 como estudiante de EPI, y posteriormente la visitó muchas veces más como instructora de EPI, destacó la importancia personal y profesional de la reserva en su vida, mencionando que: “Visitar la Reserva Pacuare por primera vez cuando tenía 14 años fue un momento decisivo en mi vida. Fue mi primer contacto real con la ciencia y la conservación en campo. Volver a trabajar aquí después de todos estos años ha sido como completar un ciclo, volviendo al lugar que me inspiró y que sigue siendo una fuente constante de motivación e inspiración.”


Ana Beatriz Hernández trabajando como instructora en el programa Líderes en Sostenibilidad de la Reserva Pacuare con escuelas locales.


Asimismo, Hayi Valverde, comparte un vínculo personal profundo con la Reserva: “Para mí, es parte de mi vida. Han sido 19 años aquí, y la Reserva ha sido mi casa por mucho tiempo. Es un lugar que llevo muy dentro de mi corazón. Ver el impacto positivo y cómo el bosque se ha regenerado es una fuente de gran orgullo y satisfacción personal.”


John Denham describió en 2013 su conexión emocional con el lugar: “Ver cómo la naturaleza ha regresado y cómo el bosque se ha revitalizado ha sido extremadamente gratificante. La reserva ha pasado de ser un lugar de saqueo a un oasis de biodiversidad. La satisfacción de haber podido hacer una diferencia tangible en la conservación de las tortugas marinas y en la regeneración del bosque es inmensa.”

En 2013, los fundadores John y Hilda Dehnam fueron nombrados Viajeros Sostenibles del Año por la National Geographical Society.


Y la experiencia en la Reserva ha tocado la vida de infinidad de visitantes. Un ejemplo es Corina Geng , quien opina que “Si decides hacer un viaje a la Reserva Pacuare, eliges vivir una experiencia muy especial. Vives aquí con los empleados de la Reserva y los otros huéspedes, lo que lo hace especial, sin embargo... estás en medio de la acción de la Reserva. Así que también tuvimos mucha suerte de poder acompañar a dos crías de tortuga al mar en dos ocasiones y vivir todo el proceso del programa de protección tan de cerca.”


¿Cómo se puede apoyar a la Reserva Pacuare?


La Reserva Pacuare depende del apoyo de individuos y comunidades para continuar su trabajo vital en conservación. Aquí hay algunas formas en que nos pueden apoyar:


  • Donando: Las donaciones son cruciales para financiar los proyectos de conservación e investigación de la reserva. Cada contribución ayuda a mantener los esfuerzos para proteger las tortugas marinas y otras especies. Puedes donar aquí.

  • Haciendo voluntariado: Puedes ofrecer tu tiempo y habilidades como voluntario en la Reserva. El voluntariado es una forma efectiva de participar directamente en las actividades de conservación y aprender sobre la biodiversidad de la reserva. Toda la información sobre voluntariado aquí.

  • Visitándonos como ecoturista: Visitar la Reserva como ecoturista te permite experimentar de primera mano la belleza natural y los esfuerzos de conservación. Además, tu visita apoya económicamente la reserva y contribuye a su sostenibilidad. Aprende aquí cómo puedes visitarnos.


Durante 35 años, la Reserva de Pacuare ha sido un faro de esperanza y un símbolo de lo que se puede conseguir cuando la pasión y la dedicación se unen por un objetivo común. Su impacto en la conservación de las tortugas y la educación medioambiental ha sido profundo y duradero. Al celebrar este importante hito, la Reserva te invita a unirse a su viaje y a formar parte de su misión de conservación. Juntos, podemos marcar la diferencia y garantizar que las generaciones futuras sigan maravillándose con la belleza y la diversidad de la Reserva Pacuare.

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